Los cinco bolívares de hace cinco años

Foto: EFE

Era abril de 2012, tenía 17 años y conducía por primera vez un carro prestado por mis padres. Intentaba muy vagamente ser blogger de gastronomía y, entre errores de puntuación me quejaba de algo que en este momento me causa una gracia contradictoriamente indignante.
Cinco bolívares era el precio de un extra para un café de McDonald's. Hoy recuerdo el año pasado, cuando intentábamos hacer un trabajo acerca de los nuevos billetes que sustituirían el cono monetario venezolano. Empecé por lo que pensé que sería más fácil y significativo; la información de la infografía. A pesar de que solo necesitaba algunas cifras cotidianas, la tarea requirió una lluvia de ideas de mi equipo.

¿Qué compras con dos bolívares?, ¿y con cinco?, ¿10? Nada. Luego números oficiales llenaron mi tabla de Excel. Cinco bolívares, un litro de gasolina de 95 octanos. 10 bolívares, un dólar preferencial. De nuevo, hay cierta gracia contradictoriamente indignante en que por un largo periodo de tiempo hubiese olvidado que se supone que existe ese precio ante los ojos del Gobierno.

"¿Que puedes comprar con 10 bolívares?", me han preguntado en varias ocasiones mis amigos extranjeros, mientras googlean la conversión intentando entender cuánto es un dólar para los venezolanos. Me tocan la tecla y se tienen que preparar para escuchar una explicación de al menos 15 minutos sobre la economía venezolana. Todavía no lo entienden, me doy cuenta porque los atrapo formulándome la misma pregunta, una y otra vez.

El presidente Nicolás Maduro anuncia por decimoséptima vez un aumento salarial. A partir de este mes, los empleados venezolanos obtendrán 65 mil 21,04 bolívares mensualmente por sus labores, adicional a 135 mil bolívares de cestatickets. Por más alta que suene la cifra -que debe estar dando infinitas vueltas en las mentes de los empresarios- hay otra que la sobrepasa: 146 mil 17,86 bolívares. Este es el aumento que tuvo el cálculo de la Canasta Básica del Cendas-FVM en un solo mes. Los gastos básicos de una familia de cinco miembros fue de Bs. un millón 68 mil 643,25 en marzo.
Se necesitan seis salarios mínimos integrales para cubrir con lo básico y la realidad se vuelve más turbia cuando la cifra se convierte al dólar paralelo, el que no se me olvida, porque por más distorsionado que esté, existe. Si se incluye el bono de alimentación, son 46,6 dólares por el trabajo de un mes.

Un factor curioso es que si las políticas económicas del Gobierno continúan su rumbo, puedo usar este texto como plantilla, cambiar las cifras por números aún más abismales y mantendría su vigencia. Así ha sido desde que empecé a prestar atención.

En este escenario de caos, de fuego y una avergonzante represión de los "cuerpos de seguridad", el Presidente se atreve de nuevo; convoca una Constituyente que promete ser una de las medidas más arbitrarias que se han visto en el país. Destaco, el país del CNE parcializado, de los decretos de emergencia económica que rigieron todo el año pasado, de guisos y guisos expuestos sin consecuencias, ese país.

Al mismo tiempo, como presentando una recompensa por la lealtad, garantiza que se avecinarían más controles de precios, la principal raíz del abastecimiento y escasez en los supermercados.
Recuerdo cuando me quejaba porque tenía que pagar cinco bolívares por un extra en McDonalds en 2012. Ese año la inflación cerró en 20,1%, de acuerdo con el Banco Central de Venezuela. Ya en esa temporada, el cálculo de dos dígitos era alarmante. Cinco años más tarde, sin cambios sustanciales en las medidas económicas, el pronóstico del Fondo Monetario Internacional apunta a que la inflación cerrará este 2017 en 750%. El año en el que cinco bolívares me interesaban me parece tan lejano, como si hubiese pasado en otra vida, pero fue solo hace cinco años. Esto-no-es-normal.